lunes, 18 de octubre de 2010

El Globo no remonta vuelo



Por Nicolás Besimenko

El análisis previo indicaba que Huracán tenía más chances de perder ante Guillermo Brown, y el 2-1 final lo confirmó. Los números entre uno y otro eran y son excesívamente contrastantes, opuestos. Sin embargo, el Globo que armó el entrenador interino Fabián Sánchez estuvo cerca de alcanzar el empate y romper con las 6 derrotas consecutivas.

Con actitud, agresividad y sobre todo ganas acorraló a Brown, lo empató a la fuerza y un increíble remate de Tévez que tenía pinta de irse lejos del arco de Pérez se convirtió en el séptimo triunfo sobre 9 juegos del visitante, que sin proponérselo (pateó 2 veces al arco) se alzó con los 3 puntos, algo que todavía cuesta digerir para los que presenciamos el extraño partido ayer en el Bottino.

En la primera parte Huracán luchó en medio de la confusión durante los primeros 20 minutos y luego logró tomar la iniciativa del juego. El tándem Valente-Gómez por derecha le dio una alternativa clave para romper la defensa visitante. Los desbordes constantes obligó al mediocampo de Brown a estar más atento en la marca y dejar de lado las subidas para acompañar a los atacantes.

Gamarra tuvo el grito con un cabezazo que miró atónito el golero Pereyra y se fue a centímetros del palo derecho. Allecha remató dos veces en el área chica, pero el "1", rápido de reflejos pudo evitar la apertura del marcador. Pérez Guedes eludió un par de defensores, sacó un zurdazo esquinado que por muy poco no le dio la ventaja al Globo.

Y Brown no pegó vueltas. Tuvo una y la hizo. Fernández quedó mano a mano con Pérez, la tiró larga y estampó el insólito 1-0. De no creer. A partir del gol se acomodó perfectamente al partido el equipo de Sialle, moviendo la pelota con criterio.

En los segundo 45´ pasó más o menos lo mismo. El primer cuarto de hora fue trabado, cortado, con escasas situaciones. Entonces, Sánchez leyó bien el partido y mandó a la cancha a Videla y Vera para abrir más la cancha, otorgarle más velocidad al ataque con el objetivo de torcer la historia.

Otra vez, como en la primera parte, los jugadores locales mandaron una catarata de centros al área visitante. Pese a que el Vizcacha y Alecha lucharon bastante con los defensores, nunca se encontraron el lugar correcto. Y en uno de esos envíos, un rebote cayó en los pies de Vera para fusilar a Pereyra, que tapó espectacularmente. El Globo siguió buscando, y cuando la resignación se apoderaba de los espectadores, Maitini cobró mano dentro del área. Penal para Huracán. Algunos no querían ni mirar, porque la suerte se venía riendo seguido de ellos. Pero Vera tomó la pelota y la puso abajo contra el palo derecho, para que los "Peludos" festejen casi como el ascenso el merecido empate. Pero la euforia descontrolada duró menos de lo que imanábamos.

Un minuto más tarde, Tévez le dio sin ganas, casi sacándosela de encima, desde afuera del área. Sin embargo, Pérez estaba demasiado inclinado hacia el palo izquierdo y el "tirito" lo sorprendió por lo débil, al punto que descartó su trayectoria que finalizó en la red. 2-1, y otra vez la bronca, la impotencia, todo era desazón en la tribuna local y la platea.

Rescatamos, entre otras cosas, el sacrificio y las ganas que demostró el Globo. Otra vez en desventaja, fue con todo a buscar el punto que le habían arrebatado, pero entre Pereyra y la mala puntería, la victoria se fue para el sur argentino.

Huracán sumó su sexta derrota en fila. Está último. En la temporada, jugó 9 y ganó uno sólo. Por suerte, ante Santamarina, próxima estación. Preocupa todo hoy en el club. La primer cabeza que voló fue la del ex DT, Murúa. El nivel y la actitud ante Brown parecen darle un guiño de confianza a Sánchez. Pero el crédito es escaso. Los resultados mandan, y los proyectos son exclusivamente a corto plazo. Nadie podrá sacar del pozo a Huracán inmendiatamente. Se necesitan políticas y desiciones a futuro, porque desde que se fue Zwenger (único que proyectaba algo en el tiempo) cambiaron la mira y se olvidaron del objetivo en el que tanto había avanzado la temporada anterior.

Formar jugadores propios, insertarlos en el equipo profesional y darles continuidad para poder contar el día de mañana con un capital que derive en solvencia económica. La institución, como está ahora, sigue retrocediendo muchos kilómetros. Se necesita escuchar a los que saben, olvidarse del poder económico que los deposita en el absolutismo, en el autoritarismo y en la incapacidad de manejo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Sigue nublado y hay alerta meteorológico



Por Nicolás Besimenko

Las derrotas duelen siempre, pero te dejan destrozado cuando tenés muchas más chances de gol que el inesperado ganador. El Globo de Murúa no levanta cabeza, por más empeño que demuestre. Perdió con Unión 2-1, y aunque en el complemento dejó la imagen de un equipo con ganas de salir del pozo, acumuló el cuarto partido consecutivo sin sumar para que la preocupación en su gente sea cada día mayor.

En el PT, Unión abrió el marcador a los 17´ tras un centro que cayó prácticamente en el área chica visitante y encontró absolutamente sólo a un ex- Huracán, Damián Bastianini, para fusilar al golero debutante Fernando Pérez con un disparo que se metió en su palo derecho. 1-0, cielo oscuro.


A los 26´ Huracán apostó al juego aéreo con un centro que Zanel bajo en el segundo palo para la entrada del goleador Germán Allecha (3 goles en 7 partidos), que sólo la tuvo que empujar al arco vacío. 1-1, sale el sol.


El José María Minella es un estadio inmenso, no es fácil sumar ahí, y Huracán lo sabe mejor que nadie. Por eso el empate tomaba un valor muy alto. Pero nuevamente la fortuna le acestó un duro revés.

Una jugada calcada al primer gol terminó en el segundo del Celeste. Centro al área menor que se desvía en Allecha y le cae inesperadamente en los pies a Ramiro Jorge, que a diferencia de Bastianini, la cruzó al palo izquierdo de Pérez. 2-1, de vuelta nublado.


Se fue el primer tiempo con un resultado que se ajustaba al trámite del juego, porque si bien los goles llegaron por jugadas aisladas, Huracán pagó caro sus desatenciones y Unión estuvo mucho más metido en el partido.


El descanso le sirvió a Murúa para acomodar las piezas pero sobre todo para inculcarles mayor actitud y agresividad a sus dirigidos. Ingresó Gamarra por Zanel para darle más presencia ofensiva, pero faltó puntería para alcanzar el empate.


Primero fue un córner que Valente agarró de volea y se estrelló en el palo. Luego un tiro libre de Gamarra que reventó el travesaño. Maxi Gómez mandó un centro envenenado que Beltramella alcanzó a cachetear pero hacia su propio arco y el travesaño le salvo la vida. Y si todo esto no alcanzaba, Allecha hizo una media tijera espectacular desde la media luna del área grande y el palo izquierdo nuevamente ahogo el grito de gol visitante.


Pese a jugar los últimos 25 minutos con un jugador de más por la expulsión de Herrera, Huracán no pudo alcanzar el anhelado empate. Fue y fue con ganas, algo que se le reclamaba en las últimas presentaciones. Pero nada. Otra vez fue derrota, aunque esta vez dejando una buena imagen.


En cuanto a los números, estamos hablando del cuarto traspié en 7 juegos. La situación es demasiado preocupante, porque de local apenas ganó uno y en calidad de visitante sólo sumo un punto, curiosamente ante el mejor de la zona (Brown de Madryn).


La próxima escala será en Pergamino ante el ascendido Douglas Haig, que viene de igualar en su cancha ante Cipolletti y sólo ganó un juego ante el también único rival que venció el Globo, Santamarina.


El cuerpo técnico deberá focalizar su trabajo principalmente en el aspecto anímico y psicológico del plantel para no agudizar la crisis deportiva que está atravesando, así como también mejorar la puntería para que la próxima vez el palo no sea protagonista como en la mañana de este domingo nublado para Huracán.