lunes, 4 de julio de 2016
2004 <> 4 DE JULIO <> 2016
domingo, 31 de julio de 2011
EL CAMPEÓN, LA HISTORIA DE SIEMPRE
Por Nicolás Besimenko Tres Arroyos tiene un representante en la tercera categoría del fútbol argentino, que cumple con profesionalidad y compromiso ese lugar que ostenta con orgullo desde 1998. También disputa de manera simultánea la Liga Tresarroyense de fútbol. Y claro, con frecuencia se pega una vueltita olímpica, casi un ritual para la gente del Globo desde la llegada de Fabián Sánchez en 2005. Es el club con más campeonatos en la historia del fútbol tresarroyense, y por lo tanto el más odiado por el resto de los ciudadanos que simpatizan con otros cuadros. Son muchas razones las que esgrime el pueblo futbolero a la hora de bajarle la caña, y hay algo de cierto en la falta de representatividad. Más allá de los colores del barrio que cada hincha lleva toda la vida, no muchos años atrás Huracán supo ser "el equipo de la ciudad". Desde el comienzo del camino a la gloria, en 1998, la gente se acercaba en gran número al Bottino. Claro, la ecuación es simple. Si juega el arquero de Colegiales, el 3 de Independencia, el 5 de El Nacional, los dos puntas de Once Corazones, el zurdito de Ciclista, el 3 de Boca, el 10 vive casa de por medio con los hermanos de Madariaga, entonces existe una comunión entre protagonistas y público. Así como los domingos empezó a rebalsar de gente el estadio de Suipacha y Mitre, después del fugaz pasó por Primera División, la magia se la llevó el viento. En la B Nacional el número disminuyo paulatinamente, al mismo ritmo que los "emblemas" del ascenso se despedían. Las políticas aplicadas por los dirigentes, ya sin el motor del éxito Roberto Bottino, hicieron el resto. Planteles nuevos todas las temporadas, casi ninguna incorporación del fútbol local y poca y mala relación con los clubes de la ciudad, terminó quitando el respaldo del pueblo futbolero. Los medios de comunicación no estuvieron al margen. En todo el proceso de desintegración, obviamente siguieron (y siguen) acompañando al Globo en los torneos regionales. Sin embargo, le dieron la espalda al equipo que juega cada domingo en la liga local. Le dieron mayor difusión a los equipos con numerosas hinchadas, con barrios enteros atrás de la ilusión y fueron ignorando cada vez más a un equipo sin apoyo, sin gente, sin alma podríamos decir. Hoy por hoy, los jugadores tresarroyenses son los menos y se nota. Se percibe en la familia, los amigos, compañeros de trabajo, que ya no están. Se desarmó completamente la hinchada "Peluda". Los jóvenes surgidos en las inferiores, sin lugar en la Primera, deben marcharse a un club que le da esa posibilidad más el calor humano del barrio. Ahora ya lo sabemos, Huracán debe refundar sus principios, sus valores, sus convicciones. Tiene que volver a ser el espacio social que tantas alegrías brindó a su barriada, a los socios, a su gente. Necesita enganchar de nuevo a los pibes, integrarlos dentro del ámbito deportivo y humano, pero sobre todas las cosas, abrirles las puertas. El sentido de pertenencia es clave, porque cuando se quiere algo desde muy chiquito, se quiere para siempre. Salud, campeón. A trabajar, que aún falta mucho. |
viernes, 15 de julio de 2011
ÚLTIMO O PRIMERO, ES UN CLÁSICO
viernes, 20 de mayo de 2011
Cerca del final
martes, 3 de mayo de 2011
SITUACIÓN LÍMITE
Por Nicolás Besimenko
La clasificación al Nonagonal despertó el sueño de una ciudad. Las declaraciones esgrimidas por el presidente del Club, Alejandro Pérez, subrayando la palabra ascenso, creó una enorme expectativa en la esfera del Globo. Desde ningún sector se escuchó mesura, cautela, sólo el cuerpo técnico intentó bajarle los decibeles a la ilusión, que ya había logrado más adherentes que la cantidad de espectadores que se reúnen como local.
Claro, la realidad nos dio un par de sopapos y aceptamos el límite. Entre la posibilidad de volver a la B Nacional y los recursos con los que contaba para ser el mejor del Nonagonal, había un abismo enorme. ¿Alguien olvidó que Huracán logró el noveno lugar de la clasificación?
Pero también me pregunto: ¿cómo borrarle de un plumazo la ilusión a la gente que se muere por ver al Globo otra vez dando batalla entre los grandes del fútbol argentino? La fé ciega encolumnada desde la dirigencia generó demasiada presión por parte del periodismo, de la hinchada y de todo aquel que se jugara un pleno a que otra vez, el ascenso estaba en Suipacha. Demasiada presión para un equipo mayormente de jóvenes que dejó la sangre en cada partido, pero careció de la experiencia necesaria para manejar esta clase partidos. Nada que reprochar.
La situación es mucho más compleja que simplemente algunos resultados. El final abrubto del gerenciamiento a fines de 2010, abrió muchos interrogantes. Pese a que el presidente le garantizó al cuerpo técnico y a los jugadores la continuidad en el campeonato Argentino A, la sabiduría de tipos que conocen cada rincón del club como si fuera su propia casa me dejaron varias pistas. Vaticinaban algo similar a lo que hoy estamos viendo, incrédulos, sin entender por qué, por qué a nosotros.
5 de las incorporaciones que se sumaron para la tempordada 2010/2011 quedaron en libertad de acción por diversos motivos, anunció ayer la dirigencia. Se trata de Germán Alecha, Crisitan Alasia, Ulises Fochesatto, Oscar Wonner y Matías Petersen.
Para demostrar lo fuerte que estaba el grupo, el cuerpo técnico encabezado por Fabián Sánchez renunció y para completar un día que quedará por años en las páginas negras de la historia de Huracán, el resto del plantel se niega a viajar hoy al mediodía a San Francisco, Córdoba. Todo esto sorprendió al pueblo futbolero y porqué no a la ciudadanía en general, ya que las tormentas que provocaron los 4 juegos sin ganar en el nonagonal parecían haberse alejado tras la salida del arquero Raúl Sanzotti. Ni siquiera la gran victoria del sábado frente a Talleres logró paliar los primeros focos de incendio.
A pocas horas del duelo frente a Sportivo Belgrano (miércoles, 21.15hs), el Globo vive momentos de desesperación, los seguidores piden respuestas y la gente que tiene que dar la cara, se esconde. Durante la tarde de hoy habrá una reunión extraordinaria de Comisión directiva para encontrar una solución al conflicto.
Por su parte, los hinchas convocaron todos los interesados a una manifestación en la sede del club a partir de las 20hs.
sábado, 30 de abril de 2011
Resurrección
martes, 14 de diciembre de 2010
UN EQUIPO CON ORGULLO
Los clásicos son esos partidos en que el contexto queda absolutamente en segundo plano. Su principal característica es la tremenda rivalidad que existe entre los dos contrincantes, y en este caso, se debe a la cercanía de sus lugares de origen y a la gran cantidad de partidos disputados entre ambos en poco tiempo. Huracán-Santamarina no fue un clásico más. Fue un final soñado para el Globo, porque no hay nada más gratificante para el hincha que ganarle al clásico rival, sobre la hora, y dejarlo en el último lugar de las posiciones. El gol de Véster premió al que más buscó toda la noche, más allá de un remate de Bucci que se estrelló en el palo y algunas voladas del portero Reynoso para bajar la persiana. Es que el local no bajó los brazos en ningún momento, ni se resignó a aceptar el empate, que al menos le dejaba el aliciente de no cerrar el año con una derrota. Fabián Sánchez volvió a mostrar su coraje a la hora de tomar desiciones, mandó a Alecha para acompañar a Vera y Gamarra, quedó con 3 defensores y 3 delanteros, pero no resultó. Consiguió mayor agresividad, más situaciones, aunque no llegaba el gol. Entonces apostó por la "Vizcacha" González para ocupar el lugar de Gamarra y aportar más claridad al equipo. El volante creativo se bancó la catarata de insultos de parte de los simpatizantes de su ex club, esperó el momento ideal para ejecutar su venganza mediante un tiro libre, que por centímetros no logró vestirlo de héroe y verdugo en la misma noche. Las emociones se empezaban a apoderar del clásico. El arquero visitante dejó su arco sorpresivamente por problemas estomacales que no pudo aguantar y logró superarlos tras una escapada hasta el baño. Los hinchas del "Aurinegro" no se conformaron con la enorme pirotecnia que desplegaron por el cielo, también prendieron fuego atrás del arco en dirección hacia la pileta, se sacudieron unos manotazos en la previa con los hinchas más pesados del Globo y rompieron el alambrado de la cabecera que ocuparon. Se fue expulsado el entrenador de Santamarina, Gambini. También Sánchez corrió la misma suerte, aunque inexplicablemente. Y para el cierre, el broche de oro que merecía un técnico que renovó el aire, le devolvió la confianza al plantel y aportó soluciones con un plus: los encargados de llevar la bandera de la resurreción (que curiosamente comenzó en Tandil) fueron los mismos que él formó a su manera en la Liga local, y que por consecuencia interpretaron mejor que nadie el guión que les propuso el necochense. El saltó de Véster, su impecable cabezazo y la euforia desatada por la gente tras el final cerró un año con varios puntos para analizar, con muchas alegrías, con muchas ilusiones, algunas rachas adversas que se profundizaron demasiado, tres cuerpos técnicos, problemas institucionales que dieron que hablar, pero una certeza que no se debe olvidar: Las promesas en las que tanto dinero y tiempo invirtió el club, tras varios años de quedar en el umbral de integrar el fútbol profesional, tuvieron su oportunidad con Zwenger, demostraron estar a la altura de la camiseta y hoy son referentes, algunos hasta indiscutidos. Huracán-Santamarina era especial porque comparten la región. Pero el 1-4 que terminó con la ilusión del equipo de Zwenger, con soberbio penal ejecutado por Vizcacha González para el cuadro serrano, le agregó un condimento especial para las dos hinchadas, fue el fósforo que encendió la mecha de la rivalidad, potenciada por las gastadas. Es incomprobable si los jugadores se metieron en la piel del hincha o les quedó la espina de la dolorosa goleada en Tandil, lo cierto es que luego de aquél episodio, el equipo le volvió a ver las caras 3 veces y ganó en todas, jugando como una final cada uno de los partidos. El camino es largo, todavía queda media temporada para saber si el equipo puede adquirir una regularidad de resultados que lo ubique en el podio de clasificados o los altibajos que reinaron en estos 6 meses seguirán jugando con la ilusión del pueblo "Peludo". Lo que no se puede discutir es la idea, la intención, el proyecto de un equipo que entrá a la cancha a ganar, jamás a especular y al igual que durante toda la trayectoria de Sánchez al frente de la Primera local, priorizó el juego por abajo, con buen trato de balón y mucha hambre de gloria. |